Qué son los aplomos en bovinos y por qué importan
17 jul 2025
Los aplomos en bovinos son la alineación y angulación correcta de las extremidades (delanteras y traseras) respecto al tronco y el suelo. Un aplomo adecuado es esencial para:
Garantizar una distribución equitativa del peso corporal.
Prevenir cojeras, fatiga muscular y daños articulares.
Favorecer la movilidad, el pastoreo y la capacidad de monta o parto.
Prolongar la vida productiva (engorde, reproducción o producción de leche).
Optimizar conversión alimenticia, ya que el animal se moviliza con menos esfuerzo.
En resumen, los aplomos influyen directamente en la salud física, el bienestar y la rentabilidad del hato.
¿Cómo identificar un aplomo perfecto versus defectuoso en bovinos?
Aplomo correcto
Extremidades rectas, con la línea imaginaria que pasa por el centro del hombro/cruz y llega perpendicular a la pezuña.
Ángulos articulares equilibrados: escapula-húmero, rodilla-cuartilla, corvejón.
Desempeño regular al caminar y sin desviaciones.
Aplomos defectuosos más comunes
Tipo de defecto | Descripción | Consecuencias |
Plantado adelante | Pezuña está adelantada respecto al hombro | Sobrecarga en art. escapula-húmero |
Remetido adelante | Eje inclinado hacia atrás | Tensiones en músculos posteriores |
Corvo / trascorvo | Curvatura excesiva en rodilla/cuartilla | Fatiga articular, roturas de ligamentos |
Zambo / patizambo | Rodillas en X u O | Desgaste asimétrico, cojeras crónicas |
Garrón acodado/recto | Corvejón deformado | Dificultad en descenso/carga |
Planto valgo o varo | Desviación lateral o medial del casco | Lesiones en garras, infecciones interdigitales |
¿Cómo evaluar los aplomos paso a paso?
Animal en estación
Debe estar erguido, apoyando el peso en las cuatro extremidades.
Vista frontal y posterior
Trazar una línea imaginaria desde la cruz o punta de nalga; los miembros deben seguirla sin desviaciones laterales.
Vista lateral
Desde hombro a pezuña, alineación vertical, sin debilidad anterior/posterior.
Ángulos: escapula-húmero (~120°), rodilla (~175°), cuartilla (~160°), corvejón (~145°).
Movilidad
En movimiento (al paso y trote) se observa si hay vacilaciones, arrastres o dolor, lo que indicaría padecimientos articulares o musculares.
Esta evaluación puede realizarse manualmente, con plantillas, o con herramientas digitales de análisis biomecánico en sistemas de producción intensiva.
¿Qué impacto tienen los aplomos defectuosos en la salud y productividad?
Coherencia limitada: animales evitan desplazamientos, reduciendo consumo de alimento y rendimiento reproductivo.
Problemas sanitarios: desgaste natural de pezuñas, fracturas, artritis, infecciones en tejidos blandos.
Costos adicionales: tratamientos, mano de obra, menor longevidad, baja en producción.
Menor rentabilidad: animales menos resistentes a pastoreo, con baja conversión alimenticia y mayor desperdicio.
La detección temprana permite corrección a tiempo, sin afectar la productividad del hato ni el valor del animal.
¿Existen factores que predisponen a defectos de aplomos?
Genética: defectos como corvo o zambo tienen base hereditaria (alta heredabilidad), por lo que seleccionar sementales con buenos aplomos es esencial.
Nutrición desequilibrada: deficiencia de calcio/fósforo, exceso de energía o exceso de peso pueden afectar la conformación articular. Integrar alimentos de calidad y premezclas especializadas ayuda a fortalecer estructuras óseas.
Manejo y terreno: terrenos irregulares, excesiva humedad, camadas inapropiadas o uso de superficies duras incrementan el riesgo de cojeras y deformaciones.
Infecciones: condiciones sanitarias deficientes, especialmente en suelos contaminados, facilitan problemas como la fístula coronaria o la laminítis.
¿Cuándo y cómo intervenir para corregir aplomos?
Edades recomendadas:
Terneros: evaluación al destete.
Recría: antes de selección y monta.
Animales adultos: durante revisiones podológicas periódicas.
Métodos de corrección:
Recorte y balanceo de pezuña (cada 3–6 meses).
Herrado terapéutico con calces en cuartos de la pezuña.
Ortesis, vendas funcionales y férulas para corrección dinámica.
Adaptación genética: eliminar reproductores con defectos severos.
Seguimiento:
Reevaluación después del recorte o tratamiento.
Medición de mejora en ángulos y funcionamiento.
Registro fotográfico para monitorear evolución.
¿Qué herramientas ayudan en la evaluación moderna de aplomos?
Regla podológica, plantilla de angulación, cronómetro para valoración de movimiento.
Fotos o videos biomecánicos: análisis por software para detectar ángulos exactos.
Sistemas de sensores de movimiento: en corrales automatizados pueden alertar sobre desplazamientos irregulares.
Estas herramientas permiten diagnósticos más precisos y documentados, útiles para reproducir un plan de manejo podológico.
¿Cómo combinar aplomos con higiene y nutrición?
La gestión integral del hato incluye vínculos entre sanidad, nutrición y conformación:
Limpieza y desinfección de pasillos, bebederos y áreas de cama reducen infecciones interdigitales y lesiones de pezuña.
Alimentos balanceados para ganado (nofollow) aportan nutrientes clave como biotina, zinc y ácidos grasos que favorecen la salud podal.
Premezclas para ganado en engorda (nofollow) mejoran coordinación muscular y fortalecen articulaciones, previniendo aplomos defectuosos en animales de rápido desarrollo.
Engorde de becerros en corral (nofollow) ofrece control nutricional y sanidad, reduciendo presión articular en etapas críticas.
Preguntas frecuentes
¿Se pueden corregir aplomos en terneros adultos?
Sí, aunque es más fácil y efectiva la corrección en etapas tempranas (destete–recría). En adultos, existen limitaciones estructurales.
¿Cómo evitar que empeoren los aplomos defectuosos?
Recortes y herramientas terapéuticas regulares.
Buen ambiente de camas secas y pisos limpios.
Suplementos nutricionales adecuados y animal en forma corporal óptima.
¿Puedo utilizar calzado ortopédico en bovinos?
Sí, se emplean botas, órtesis o férulas especializadas para corregir o sostener elementos dañados.
¿Afectan los aplomos a la reproducción?
Definitivamente. En toros, cojeras dificultan monta natural o artificial. En vacas, cojeras previas al parto pueden causar retención de placenta o infertilidad.